COMPROMISO, ELEMENTO FUNDAMENTAL DEL PROFESIONALISMO

En esta ocasión hablaré de un tema algo complicado y delicado a la vez y espero no herir susceptibilidades, la idea es crear conciencia y respeto por  la música, aquello que decimos "ser nuestra pasión", y que nuestras acciones dicen totalmente lo contrario. Antes que nada quiero compartir las siguientes definiciones:

Displicencia: Actitud indiferente hacia algo o alguien.

Profesión: Profesar o ejercer. Actividad habitual de una persona, generalmente para la que se ha preparado, que, al ejercerla, tiene derecho a recibir una remuneración o salario.

Un profesional o profesionista se deriva de la palabra profesión y es alguien que ejerce un oficio con calidad y eficiencia. Por lo tanto los músicos de oficio somos profesionistas o profesionales de esta disciplina artística. Dicho esto, adentrémonos de lleno al tema de esta ocasión.

 

Regularmente en las publicaciones de blogs, revistas, temas de foros de discusión, etc, donde se publican artículos o proponen temas sobre como planear y desarrollar proyectos, qué puntos se deben considerar, como realizar tu ensayo, como debes prepararte para tu presentación, entre otros; regularmente van dirigidos  a ti como organizador, responsable del proyecto o director musical. 

Hasta ahora, no he visto alguna publicación donde se hable de tu papel como integrante invitado al proyecto. ¿Cual debe de ser tu postura, tu actitud, qué se espera de ti, por qué se te invitó y hasta donde llega tu compromiso? 

Si bien es cierto, en el medio independiente más que en otros espacios, la colaboración es parte esencial en los proyectos y se da más que nada entre cuates, dado que los recursos son pocos o prácticamente nulos y se busca que los amigos nos echen una mano para poderlo realizar. Si la producción es más grande y hay dinero que respalde la producción y existen contratos de por medio, la formalidad y seriedad con la que te debes de desempeñar debe de estar a la altura de las expectativas por las cuales se te invitó a participar. Sin embargo, con contrato o sin contrato, el profesionalismo con el que te desempeñes debe de ser igual, porque a parte de que un amigo tuyo está confiando en ti y te está invitando a participar o te está pidiendo el favor de que le eches una mano, se trata también de la manera en que te estás vendiendo, la imagen que estás creando alrededor de tu carrera y sobre todo, estás mostrando la seriedad y respeto con la que ves y vives aquella profesión de la cual más de una vez has expresado que "es tu pasión", algo que se debe reflejar en el día a día, más que nada en hechos y no solo en palabras. 

 

Cuando recibes una invitación a participar en un proyecto como parte activa o alguna intervención de menor protagonismo, tienes que tener muy  presente algo, se te ha invitado por tus cualidades musicales, pues se considera que eres la persona idónea para el proyecto o ese trabajo, no solo por la amistad que tengas con quien organiza el evento. 

De entrada tienes que mostrar una actitud de agradecimiento por ser considerado en el proyecto, lo cual no te obliga a aceptarlo o aceptarlo inmediatamente, pero si a tomarlo con seriedad y respeto. Quizá suene extraño, pero una manera de agradecer la invitación es decir NO, porque al decir no, estás siendo responsable y respetuoso del trabajo y proyecto de quien te invitó. No haces perder el tiempo a nadie, no entorpeces el proceso de producción y eres honesto y reconoces que tus capacidades no son suficientes, no tienes el tiempo necesario o simplemente no es tu estilo o no te interesa. No se vale decir SÍ y no cumplir después, haciendo perder el tiempo de los demás y lo peor, perjudicas tu imagen como artista, provocando que no se te vuelva a invitar a participar o no se te recomiende para otros proyectos.

 

Cuando has aceptado una invitación, tienes que tener claro que has tomado un compromiso y como eres todo un profesional debes de cumplirlo. Hoy en día la informalidad y falta de compromiso de las personas, sobre todo de las nuevas generaciones es un mal generalizado al grado de convertirse en un habito social, una displicencia crónica. 

Cuando has aceptado participar, has adquirido un compromiso voluntariamente, nadie te obligo poniéndote una pistola en la cabeza diciéndote: ¡acéptalo, acéptalo! Ya cuando se hablaron y acordaron los ensayos, tiempos, remuneración, etc, y tú diste el "sí, acepto", debes de cumplir con cabalidad con tu compromiso. Hay un par de citas que me gustan mucho:  

- Más bien, sea su sí, sí; y su no, no, para que no caigan bajo juicio.

- Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas.

Decía mi padre: Cuando usted se compromete a algo, se compromete hasta el final, si no, no se meta en nada, mida bien su disposición, la demás gente no tiene la culpa de su irresponsabilidad. Suena duro, pero es cierto. Tienes que recordar que desde el momento que eres parte del proyecto, eres parte del éxito o fracaso del mismo.

Considera lo siguiente:

Prepara tu material: Hoy en día con los avances tecnológicos ya no es necesario andar sacando fotocopias para toda la bada, ensamble, orquesta o lo que sea el proyecto, simplemente elaboras el archivo y lo envías por correo electrónico. Sólo hay que descargarlo y ya sea que lo tengas guardado en tu dispositivo o lo imprimas. El asunto es que hay quienes no lo descargan y lo andan haciendo hasta la hora del ensayo, o quienes se atienen a que en donde serán los ensayos hay internet y no lo guardaron en su dispositivo y luego resulta que no hay internet en el lugar del ensayo y no pueden ensayar porque no cuentan con el material. Hay una manera en como yo compruebo el interés de la gente que trabaja conmigo; les envío el material por "we transfer" cuando han descargado o no el material la plataforma me notifica, cuando después de ciertos días de haber sido enviado el material y no ha sido descargado el sistema lo borra pero antes me lo notifica, es una forma de medir que tan comprometidos con el proyecto están mis músicos. 

Asiste y llega a tiempo a tus ensayos: Entiendo que hay situaciones que escapan a nuestro control, pero no debe de convertirse en un pretexto habitual. Haciendo memoria de mi carrera musical nunca he faltado a un ensayo. Nunca me he enfermado o me ha pasado algún contratiempo como para faltar y me resulta extraño y curioso que a la gente que ha trabajado conmigo les pasa de todo.

Estudia tu material: Si hay algo sumamente molesto es que lleguen al ensayo sin haber estudiado sus partes, eso habla mucho del compromiso y lo que les interesa su trabajo, la seriedad con que lo toman. Revisa siempre tu calendario de ensayos o cronogramas para que estudies los temas que se habrán de ensayar y no existan retrázos.l  

Ejecuta y atiende la dirección musical: Recuerda que tu eres parte de la materialización de un concepto concebido y prediseñado por el compositor, arreglista y/o director musical, no reniegues ni comentes sobre algo que desconoces y no tienes experiencia, déjate trabajar y dirigir, eso a lo que no estas acostumbrado te servirá y te abrirá otras puertas pues ya tuviste la experiencia de trabajarlo, pero sobre todo enriquecerá tu talento musical. Deja que el director te corrija, escucha, atiende y corrige, haz un esfuerzo. Lamentablemente los músicos tenemos altos decibeles de ego y eso nos hace hipersensibles y no nos gusta que se nos corrija o de una indicación, no, con la pena, pero si estás haciendo las cosas mal, están mal, no hay vuelta de hoja, así que en vez de molestarte corrígelo, trabájalo, dedícale más tiempo, pero corrígelo, ten la seguridad que el director no te pondrá a hacer algo que no puedas hacer y serás mejor músico.

Recuerda que tu eres parte de un todo, eres parte de ese engrane, no eches a perder tu trabajo ni el de los demás, esfuérzate y demuestra que realmente la música es tu pasión.

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