Nuevos tiempos, nuevos métodos, nuevos retos.

Estoy iniciando con mucho ánimo una nueva etapa en mi carrera musical con nuevos proyectos; el próximo lanzamiento de mi nuevo álbum, mi incursión en las redes sociales y sus herramientas para la promoción y difusión de mi trabajo musical, así como la publicación semanal de mi blog. Este último con la finalidad de compartirles a todos ustedes no sólo mi música ó intereses artísticos personales; sino también, abordar temas de interés general sobre el mundo de la música; y para aquellos que comparten la misma profesión, abordar temas que puedan servir para hacer crecer nuestras carreras musicales como artistas netamente independientes y emergentes. 

En los últimos meses he tenido que meterme a leer mucho, estudiar, investigar, documentarme y reflexionar sobre el papel que actualmente debemos desempeñar los artistas independientes en un mundo cada vez más complejo y globalizado; y en el que definitivamente si no te sabes adaptar a las nuevas formas de proyección, serás un pez muerto en tu propia pecera; claro, a menos que quieras ser un compositor que haga música para sí mismo. 

Si bien es cierto, la tecnología digital y de comunicaciones ha venido a ofrecernos herramientas importantes para poder alcanzar una mayor difusión de nuestro trabajo creativo; pero como todo, si no lo sabes usar, de nada sirve. Todo va desde familiarizarnos con un nuevo lenguaje, entenderlo y saberlo usar.       Monetización, blog, verificación, playlist, hashtag, streaming, etc; son un ejemplo no sólo de palabras, sino de conceptos y acciones que nos permitirán girar la perilla de la puerta al mundo de las comunicaciones digitales y en el cual la música también ha sido alcanzada. Si queremos ser escuchados más allá de nuestro cubil, tenemos que aprender a ser unos verdaderos navegantes fenicios del internet, esto implica que debemos sentarnos un buen rato a navegar, con mucho café y galletas.  

Se oye muy atractivo decir que eres músico indie ó artista independiente; pero sorpresa, como bien lo dijo el tío Ben: Un gran poder conlleva una gran responsabilidad. No basta con solo ser buen músico y ser un buen internauta; sino que también debemos de aprender fundamentos sobre mercado, publicidad, relaciones publicas, ventas, entre otras curiosidades para poder llevar nuestra música a los oídos que queremos llegar; es ahí cuando promocionar nuestro trabajo debe de convertirse en un verdadero arte. Por si fuera poco, a parte de ser músico con todo lo que eso implica y ser tu propio promotor y publicista, muchas de las veces, debes de ser tu propio diseñador, videoasta, productor, jalacables y repartidor de carteles. El problema es ¿a qué hora harás tu verdadero trabajo? es decir la música. Definitivamente hay que entender como funcionan las herramientas que la web nos ofrece para optimizar tiempo, dinero y esfuerzo de manera de que no perdamos la brújula artística y podamos cumplir con nuestra verdadera tarea.  

Algo que he aprendo en este tiempo es que el artista no debe de ser una isla, no debe de apartarse; debe de conocer su medio, real y cibernético. Hay que aprender a hacer alianzas, pedir consejo a quienes ya pasaron por allí, preguntar, colaborar con otros artistas y profesionales de otras áreas para no perder el rumbo y pasar sin pena y sin gloria.

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